[DISEÑO] Infografías: comunicando ideas exitosamente.





Es una realidad: la gente lee cada vez menos debido a la disponibilidad de otras formas de entretenimiento, la falta de tiempo o la pereza. Conscientes de ello, los periódicos, las casas editoriales o las empresas de publicidad recurren cada vez más a recursos infográficos (término derivado del inglés informational graphics). Mediante el uso combinado de la palabra, la imagen y el diseño los recursos infográficos acercan al lector a modos de expresar ideas complejas de forma más visual, atractiva y fácil de entender que usando el texto solamente. 

Definición y tipos


No existe una definición exacta para la infografía. En general este término se usa para designar a gráficos figurativos o no cuya función es aportar narraciones, descripciones o interpretaciones en las que se otorga una importancia central al diseño y las imágenes en lugar de al texto. En ningún momento esto significa que el texto no sea importante, sino que es más importante la recreación visual de la información. Por ello, de modo informal, flexible y visualmente impactante, la infografía consigue captar la atención de los lectores mayormente a través de colores, imágenes y diseños seleccionados para integrarse en un todo coherente.  Si concibiéramos un recurso infográfico como si fuera un árbol, el tema del recurso correspondería con el tronco del árbol, las imágenes con sus ramificaciones, y los pequeños textos explicativos dotados de títulos sintéticos con las hojas del árbol. Por otra parte, la definición de infografía engloba asimismo al conjunto de técnicas, programas y dispositivos informáticos para representar datos como imágenes gráficas tridimensionales.

Los tipos de infografía comprenden los gráficos de barras, de sectores, o de línea. Son también infografías los mapas, las tablas y los diagramas. La elección de uno u otro tipo de infografía dependerá, entre otros factores, del tipo de datos con que se cuenta, de la adecuación del tipo de infografía a la mejor expresión de los datos y del propósito de la propia infografía, que puede variar entre la síntesis de lo más esencial, la aportación de datos complementarios o incluso la sustitución del texto de la información.

Cómo convertir la infografía en una herramienta de comunicación exitosa


1. Encontrar la idea: Consiste en definir el tema de la infografía, que puede ser la expresión de los resultados de una investigación concreta, la oferta de productos o servicios por parte de una marca o empresa, o la descripción de una tendencia en un determinado sector de interés. Es de gran importancia contar con la información de referencia más actualizada y relevante sobre el tema.

2. Definir la audiencia: Por supuesto, no es lo mismo dirigir la infografía a especialistas que a un público no versado en un tema particular. Por tanto, teniendo la audiencia en mente en todo momento y la respuesta que esperamos de dicha audiencia, deberemos ajustar elementos como el uso de tecnicismos, la complejidad y profundidad de la información, o el aspecto final de la infografía.

3. Crear el esqueleto de la infografía: Saber de entrada qué aspecto y elementos tendrá la infografía es clave para simplificar su proceso de creación, facilitar la búsqueda y organización de la información relevante y predecir el impacto final del recurso infográfico. 

4. Buscar y jerarquizar la información: Toda información debe proceder de una fuente fiable y ser relevante en relación con el objetivo perseguido y la audiencia a la que se dirige la infografía. Una vez localizada la información relevante, se procede a su organización según el criterio más apropiado, y a la selección de qué es lo esencial y qué lo complementario. Algunas herramientas interesantes para organizar la información son Diigo o Delicious.

5. Analizar y sacar conclusiones: Este es un paso muy importante, para generar el conocimiento que necesita la audiencia. No hay que perder de vista que el objetivo de la infografía consiste en extraer la información necesaria para transmitirla de modo simple y visualmente impactante.

6. Diseñar: Con el esqueleto definido previamente (punto 3), se pasa a crear un diagrama o un guión gráfico, que constituye una primera aproximación a lo que será la infografía final.

7. Elegir los colores: La elección de los colores dependerá del propósito perseguido con la infografía.  Se seleccionarán colores que se complementen entre sí para transmitir mejor la información que se incluye en la infografía. Adobe Kuler o Color Explorer son herramientas en línea para escoger los colores adecuados para una infografía.

8. Elegir la tipografía: Seleccionar la tipografía adecuada contribuye al impacto final esperado para la infografía y acentúa el resto de los elementos gráficos utilizados. Para transmitir un mensaje consistente en una infografía se desaconseja utilizar varios tipos de letras.

9. Elegir los gráficos: En su mayor parte, la infografía contiene gráficos con datos. Seleccionar el tipo de gráfico adecuado para representar los datos reviste gran importancia para asegurar que la información se presente clara y comprensiblemente. Otros elementos gráficos, como iconos, contribuyen a aportar mayor sentido y coherencia a la información.


Foto tomada de: http://www.carlosnuel.com/wp-content/uploads/2013/05/infografia-adictos-a-las-redes1.jpg

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